IERA pone al disposición de sus pacientes la última tecnología en incubadores.
Antes de que podamos transferir los embriones al útero de la madre, estos se tienen que desarrollar. Fuera del útero, hay muchos factores que pueden dañar y perjudicar el desarrollo del embrión, como son la temperatura, la luz, altas concentraciones de oxígeno, compuestos químicos, etc. Por ello es tan importante que los embriones se desarrollen dentro de un entorno controlado que les proporcionen las condiciones necesarias para su óptimo desarrollo. Este entorno controlado se los proporcionan los incubadores. Sin embargo, los incubadores comunes están diseñados para albergar a varios embriones de distintas pacientes, de tal manera que cuando se abre el incubador para trabajar con los embriones de una paciente, las condiciones del incubador cambian, y esto puede afectar a los demás embriones.
IERA, gracias a los nuevos avances tecnológicos, ha implementado en sus laboratorios un tipo de incubador que tiene un solo compartimento para cada paciente, de tal modo que el sacar los embriones de una paciente no afecta a los embriones del resto de pacientes. Proporcionando a los embriones las mejores condiciones posibles durante todo su desarrollo.
Además, estos nuevos incubadores cuentan con una cámara en cada compartimento que va tomando fotografías de los embriones durante todo su desarrollo haciendo posible que los embriólogos puedan valorarlos sin necesidad de sacarlos de los incubadores, mejorando enormemente sus posibilidades de desarrollo. Esta secuencia de fotografías, también permiten observar acontecimientos del desarrollo de los embriones que no se pueden observar de otra manera, permitiendo seleccionar con mucha mayor precisión el embrión con las más altas posibilidades de dar lugar a un embarazo.