Natalidad y COVID. Entrevista a Ignacio Santiago Álvarez Miguel.

Natalidad y COVID. Entrevista a Ignacio Santiago Álvarez Miguel.

La natalidad, o más bien el descenso de esta en ciertas regiones del planeta, es claramente un problema social, económico y humanístico que acucia a nuestra sociedad actual. A modo de ejemplo, y si no cambian las tendencias actuales, se estima que para el 2100 España podría tener la mitad de la población, o incluso, por extrapolación de las tendencias actuales, Japón podría eventualmente desaparecer (https://vizhub.healthdata.org/population-forecast).

Los que estamos en el mundo de la reproducción intentamos con nuestro trabajo aportar una corrección para que esta situación catastrófica mejore y en España aportamos casi un 10 % de los nacimientos según los últimos registros de la SEF, con datos similares en los países desarrollados.

 

Otro problema que afecta a nuestra sociedad y que supone un cambio radical en nuestras vidas ha sido (y es) la pandemia de la COVID-19 causada por el virus SARS-CoV-2. Todos sabemos que una situación similar se produjo en 1918 con la pandemia conocida como la gripe española causada por el virus H1N1. Aunque se conoce con detalle la incidencia que ambas pandemias están tendiendo en la mortalidad de la población, poco se sabe sobre su incidencia en la natalidad. La pandemia de 1918 produjo un descenso brusco de los nacimientos en la horquilla de tiempo que abarca unos 9-12 meses después de sus picos de mayor intensidad.

 

Una de las causas que pudieron provocar esta situación es que H1N1 afectaba principalmente a la población en la etapa reproductiva, pero indudablemente los cambios de comportamiento social que se produjeron debido al miedo a la infección y al futuro económico también contribuyeron a esta caída en la natalidad (Aburto et al., 2021. J Epidemiol Community Health 75:735–740). Afortunadamente, esta disminución brusca fue puntual ya que una vez acabada la I guerra mundial y con la bonanza económica y el optimismo generalizado que conllevó, se produjo una explosión demográfica que eclipsó este descenso puntual.

 

A pesar de estos datos, la relación entre las pandemias y la natalidad es un tema controvertido ya que los escenarios en los que se producen a lo largo del tiempo son muy cambiantes. En un trabajo reciente (Geyter et al., 2022. Human Reproduction, 37: 822–827), se ha analizado en 2020 y 2021 la relación entre las muertes producidas en 18 países de la CE (usándose este parámetro como indicador de la intensidad de la pandemia) y los nacimientos producidos, siempre según los registros oficiales disponibles. Los datos indican claramente que a partir de los 9 meses después del inicio de los confinamientos, en prácticamente todos los países, se produjo una disminución importante en los nacimientos, alcanzando cifras en algunas ocasiones de -10 % (el peor dato lo tuvo España con -11 %). Esta tendencia negativa se mantuvo en los meses posteriores en los países con tasas de mortalidad más elevadas, mientras que la natalidad fue recuperando a niveles pre-pandemia en las zonas con menor número de muertes. Es un ejercicio interesante de reflexión que queda fuera de esta editorial el abordar los motivos por los que esta pandemia actual está produciendo esta disminución en la natalidad, pero obviamente la situación socioeconómica y anímica provocada, junto con el miedo a las complicaciones durante el embarazo, son factores claramente implicados.

 

Finalmente, y a diferencia de la rápida recuperación mencionada para la pandemia de 1919, la situación en esta ocasión no es halagüeña ya que la recesión económica imperante y el actual conflicto bélico en Ucrania posiblemente tengan consecuencias de nuevo nefastas para la natalidad que difícilmente serán compensadas por nuestra labor diaria.

 

Ignacio Santiago Álvarez Miguel

Catedrático Biología Celular Universidad de Extremadura

Director científico IERA Quirón Salud Badajoz

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